Kenza 6 ó 7 años, casi recién llegada al país y sin hablar una gota del idioma.
Hora de la comida y le ponen la bandeja en el comedor. No recuerdo lo que había de primero , supongo que sopa o caldo, pero luego eran salchichas de cerdo y tarta de postre (que alguna pastelería habría regalado al centro, supongo).
Después de comerse el primero, se levantó e iba de monja a educadora intentando explicar algo. Y todas la mandaban sentarse, de muy malos modos para que acabara de comer. En ese momento entraba yo al comedor.
Kenza se acercó a mi y empezó a hablar. Yo no la comprendía, ya que no hablaba español y le dije:
-Perdona bonita , pero no te entiendo nada. - a la vez se lo decía por señas.
Así que me cogió de la mano y me llevo a su mesa señalando las salchichas. Me dí cuenta que eran de cerdo y ella debía de ser musulmana, en un centro católico. Fui a la monja y le dije.
-Hermana que esta niña debe de ser musulmana y no come cerdo- a lo que la monja respondió
- Pues dile que si no se come las salchichas, no hay tarta.
Por señas se lo explique a kenza . Y ella muy digna se levantó, recogió la bandeja para lavar y se fue, sin comer nada más.
Kenza, espero que con la familia que te acogió o adopto te haya ido bien. Te hayas quedado con lo bueno y lo malo , lo malo sólo un escalón a superar.
Aunque te han cambiado el nombre, espero que sigas con tu fuerza y alegría, "loquilla".
Por cierto, no se perdió nada, por que la tarta de color azul estaba asquerosa.